Nos quedamos asombrados ya que la primera parte de la ruta se hace bastante amena por un sendero más o menos pisado y señalizado por marcas en algunas rocas, con un andar cómodo entre pinares. Cuando acaban los pinos prácticamente es cuando se presenta la subida que ahora ya se pone más duro el esfuerzo en la subida.
Sin conocerla muy bien pero con referencias visuales que ya conocíamos de haber hecho la ruta en varias ocasiones por el robledal, empezamos a subir y a encontrarnos nieve lo que empezó a entorpecer nuestro caminar. Nos quedamos cerca de la cumbre pero tuvimos que volver ya que se nos hizo muy tarde y no queríamos que la noche nos llegara en ruta.
Volveremos muy pronto para terminarla y conocerla algo mejor, sería bueno llevar grabada esta ruta en gps ya que es fácil desviarse del sendero principal.
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